domingo, 23 de noviembre de 2008

take me there


La noche que me dejaste caminé dos horas dando pena por ahí con un tractor en la garganta, pateando latitas, más sola que un chihuahua. ¿por qué siempre termina así?, ¿por qué mordemos lo que nos acaricia? Me metí en un bar. Encontré gente. Busqué amigos, tomé un trago con mucho hielo. Un estúpido de dientes bien peinados preguntó por vos y mi mirada se lo dijo todo. La banda tocaba buenos temas bastante mal y yo desafinada como un piano de segunda guerra. ¿por qué se termina así? amores que se ahogan en vasitos de veneno "no sé que decir. No tengo palabras..." Que lástima. Alguna vez fuimos hermosos. ¿Así que el viaje era esto? ¿Así que hay que desearse suerte? Se me acercó un morocho, "estás triste pero linda" pensé en decirle OK, "¿querés ser mi lexotanil? vamos a besarnos hasta que duela, hasta que caigan una a una las lágrimas, pero sería un error. Enfermedad otra vez, Mangueé otro trago. Me metí en el baño, mi cabeza ya era una procesión vikinga. Le dije a un amigo: "socorro, no llego ni al bondi, sacame de acá" me metió en un auto. Y después en mi cama. El techo que gira y las luces se caen. Después se hizo de día. Escondí el despertador. Me lavé la cara. Me espié en el espejo. Todavía quedaba algo, sonreí por primera vez, ¿maricona que vas a ser?, ¿un tango con patas? Descolgué el teléfono. Antes de morirme escuché a Zappa que cantaba: "los corazones rotos son para los imbéciles" seguro tiene razón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario