viernes, 28 de noviembre de 2008

Más de 100 motivos




Tenemos naufragios soñados en playas de islotes son nombre ni ley ni rutina, tenemos heridas, tenemos medallas, laureles de gloria, coronas de espinas. Tenemos proyectos que se marchitaron, crímenes perfectos que no cometimos, retratos de novios que nos olvidaron, y un alma en oferta que nunca vendimos. Tenemos urgencias, amores que matan, tenemos silencio, tabaco, razones, tenemos Venecia, tenemos Manhattan, tenemos cenizas de revoluciones.


Más de cien palabras,
más de cien motivos para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas
donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena.

Haga lo qe haga,

Me levanto, bostezo, vivo, almuerzo, me baño, miro , invento, disimulo, salgo a la calle, camino, estoy contenta, busco, piso, hago muecas, calculo, me emborracho, trasnocho, llego tarde, duermo de lado, hablo conmigo, lloro, leo un libro, envejezco, voy a bailar, sudo tinta, suspiro, me enamoro, llueve, me abrazan, no doy pie con bola, anochece, me compro unas zapatillas, este verso no pega ni con cola, me aconsejo, me rasco, tengo prisa. Tengo enojos, discuto, me equivoco, busco a tientas, no encuentro, me fatigo, me olvido de quien soy, me vuelvo loca, hace frío, amanece, sumo y sigo, juego, voy al cine, me mareo, escribo.



Solo..

me suicido, resucito,
afirmo, niego, grito, dudo, creo, odio,
amo, acaricio, necesito,te recuerdo,
te busco, te maldigo, digo tu nombre a voces,
no te veo, te amo, ya no se lo que te digo,
te deseo, te deseo, te deseo, te deseo..

domingo, 23 de noviembre de 2008

take me there


La noche que me dejaste caminé dos horas dando pena por ahí con un tractor en la garganta, pateando latitas, más sola que un chihuahua. ¿por qué siempre termina así?, ¿por qué mordemos lo que nos acaricia? Me metí en un bar. Encontré gente. Busqué amigos, tomé un trago con mucho hielo. Un estúpido de dientes bien peinados preguntó por vos y mi mirada se lo dijo todo. La banda tocaba buenos temas bastante mal y yo desafinada como un piano de segunda guerra. ¿por qué se termina así? amores que se ahogan en vasitos de veneno "no sé que decir. No tengo palabras..." Que lástima. Alguna vez fuimos hermosos. ¿Así que el viaje era esto? ¿Así que hay que desearse suerte? Se me acercó un morocho, "estás triste pero linda" pensé en decirle OK, "¿querés ser mi lexotanil? vamos a besarnos hasta que duela, hasta que caigan una a una las lágrimas, pero sería un error. Enfermedad otra vez, Mangueé otro trago. Me metí en el baño, mi cabeza ya era una procesión vikinga. Le dije a un amigo: "socorro, no llego ni al bondi, sacame de acá" me metió en un auto. Y después en mi cama. El techo que gira y las luces se caen. Después se hizo de día. Escondí el despertador. Me lavé la cara. Me espié en el espejo. Todavía quedaba algo, sonreí por primera vez, ¿maricona que vas a ser?, ¿un tango con patas? Descolgué el teléfono. Antes de morirme escuché a Zappa que cantaba: "los corazones rotos son para los imbéciles" seguro tiene razón.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Enchanted.


Lo he visto en otras ocasiones, pero como siempre, en vez de elegir ser la protagonista, me quedé mirandolo demasiado rato. Me gustó desde el principio. Me gustó porque no es el tipo de jugador que un jugador común escogería. Me gustó porque era bajito, moreno, porque tenía un nombre perfecto y una historia vital graciosa. Me gustó también porque su táctica era el tacto y no la palabra. Y porque ocultaba algunos datos sobre él al resto de jugadores. Parecía listo y malo, de hecho lo era.
No lo conozco, quizá sea de esas personas que guarda un cuchillo debajo de la almohada antes de acostarse. No lo conozco, quizá me entere mañana de que una de sus aficiones es disparar a los gorriones desde su ventana. No lo conozco tanto, no. Pero en pocos días ha sido capaz de quitarme el apelmazado pegamento que tenía en cada pestaña. En pocos días, ha conseguido hacerme ver, y hacer sin que el lo pretendiera, que lo primero que mi vista fuera a enfocar fuera su rostro, separado por un par de mesas de bar del mío. No lo conozco, pero lo primero que vi en el fueron sus dos enormes ojos. No son unos ojos normales. Son unos ojos que tienen la particularidad de rozarte el hombro, la mano, e incluso de darte un abrazo desde allí. Son unos ojos inteligentes y vividos. No lo conozco, pero lo segundo que vi en el fueuna sonrisa diferente. Su sonrisa, acunó mis palabras hasta quitarles el miedo. Después las ordenó y las hizo salir, esta vez desde su boca. No lo conozco, pero lo tercero que vi en el, fue su forma de caminar y cada gesto con que lo acompañaba. Sus pasos son los de una persona fuerte, que no arrolla. Sus gestos son los de una gota de agua, que se preocupa de que el resto de sus compañeras de charco anden cristalinas y frescas, para así poder formar ese agua dulce del que todos puedan beber, o quizá reflejarse. Tenia ademas, el mas hermoso detalle que pude encontrar. Algo que hacia volar mis mas fantasiosos pensamientos, algo que a simple vista todos podian notar, pero solo a mi me parecia ESPECIAL.
No lo conocia tanto, desde luego que no. Pero tengo que reconocer que es mi desconocido favorito.

ENJOY


Me encanta esto de llevar el tipo de vida que una decide llevar. Hace algún tiempo me di cuenta de que el aburrimiento y el hastío son las herencias de esta cultura basura que nos acecha. Sonreír y luchar por lo que querés es infinitamente bueno. Tener miedos y asustarse también: eso es signo de que algo se mueve por dentro. Lo malo es cuando te da igual levantarte del sillón, o cuando tomas una mano por tomarla. Pese a todo, me falta disciplina, lo sé. En todo. Pero me siento tan atraída por lo que me resulta familiar y por lo extraño, que es imposible mantener un punto fijo. Sólo me pasa a veces, pero me encanta.

lunes, 3 de noviembre de 2008

ESPECIAL



Estos días revueltos, en los que el sol decide calentar tu piel y el viento resquebrajar tus labios, son los que más me recuerdan a él. A él y a su pequeño rincón, que compartía de manera intermitente conmigo. A él, a su voz y a su aroma, que nunca se me olvidarán. Con él me di los besos más tiernos del mundo. Era especial y resplandeciente, como todo lo que hacía. Minoritario pero lleno de amor, de rabia, de vida. Caminaba de con desgano y a veces daba volteretas por el aire como un chico de circo. Una auténtica estrella fugaz que pasaba por mi vida dejándome rozar mis sueños, para luego marcharse a seguir recorriendo el Universo.
Muchas chicas, todas las chicas, andaban detras de él. Muchas chicas, todas las chicas guapas, lo deseaban. Pero, aunque nunca entendí muy bien porqué, le gustaba yo. Le gustaba porque decía que era especial, caminaba especial, miraba especial, reía especial y en el pelotón de guerra estaba en una postura del que se mantiene en primera línea sin que nadie lo supiera. Decía que le gustaba porque era una valiente que se creía cobarde. Que le gustaba porque de pronto mordía sin darme cuenta y cuando me percataba me echaba a reír. Decía que le gustaba porque era la única que encajaba en su pequeña vida, en sus grandes ideas. Decía que le gustaba verme reir. Y cada vez que decía todo esto, dejaba de entender nada, y a mí él me gustaba aún más. Endulzaba la vida y los oídos de tal manera, que yo ya sólo podía buscar con obsesión en el cielo, agotando todos los recursos de mi imaginación.
A veces decía “mi amiga”, otras veces decía “mi amante y cuando sabía que me iba a perder, me preguntaba qué era antes, si la flor o la primavera. Me agarraba de la mano y decía “somos tan diferentes que nos chocamos constantemente. El uno con el otro, el uno para el otro” Así es y así fue siempre. Lo nuestro era chocar, confundirse uno con otro, uno dentro de otro. El saltar hacia él, con él. Por eso nunca estamos ya juntos. Por eso sé que nunca voy a estar junto a nadie como cuando estuve junto a él.
Y todos los días durante un ratito, miro al cielo, buscando de nuevo, algo especial.

Una bola de Cristal


Me encantaría por un momento no pensar en lo que estoy pensando, me encantaría no desear lo que estoy deseando, y sobre todo, me encantaría no decir lo que estoy diciendo. Si tuviera entre mis manos todos los minutos, todos los segundos, rompería cada espejo retrovisor de cada lado de mi. Si tuviera entre mis manos toda la luz del siglo de las luces o al menos una parte insignificante, me olvidaría por completo de ti. Pero a veces te recuerdo. Y no pasa nada más, y no es triste ni alegre, sólo es eso.

Posibles elecciones, pequeño placer.


Elige un peinado, elige una camiseta, un color de uñas, un labial, una sombra de ojos, elige un contacto de tu agenda, un vaquero, una hora, un lugar, elige qué copa tomarás, elige una mirada extraña, elige ser simpática, elige tu mejor sonrisa y será un beso, ya está. Elige ahora ir a su casa, elige rozar, morder, lamer, pellizcar, elige dormir con su olor, elige, elige despertar extraña con extraño en extraño lugar. Elige sonreír al lavarte la cara y ver una marca más. Elige sabiendo que nunca hubo elección. Elige saber que sólo buscabas elegir sentir amor.
Si pudiera elegir un verbo que significara la felicidad, (sabiendo todo lo que ella significa, todo el círculo que contempla.) diría: yo quiero. Sólo hay un problema, cosas del lenguaje, sólo vuelvo a no elegir yo. Y es que queriéndote dejó hace mucho de ser verbo. Desde que alguien tocó, quizá inconsciente, con un dedo mis entrañas, se convirtió sólo en un sustantivo que impulsa, y que mueve, que envuelve todo de… Tan sólo eso, mi pequeña, mi minúscula, mi felicidad.
Y no. Ya no sufro más, ni tiemblo, ni agonizo, ni impaciento al minutero. Tan sólo sonrío y sé que nunca hubo elección.

De parte de algún desequilibrado.




Si espera de mí una respuesta concreta, que espere. Yo voy suave. De acuerdo en que sé lo que me provoca una sonrisa. Y en que sé también lo que me pone triste. Pero es importante también vaciarse de vez en cuando los bolsillos. A pesar de lo absurdo, los objetos menos queridos,
suelen ser los que más peso tienen.